jueves, 27 de agosto de 2009
¿Lucha de gigantes? ¡Motívate!
¿Cuántas veces has dicho que no puedes lograr las cosas y ni siquiera lo has intentado? Te frustras, preocupas y confundes sin siquiera haberte movido de tu espacio ni hacer nada, pues el sólo hecho de hacer funcionar las neuronas y echarte a pensar un rato sobre tu vida te das cuenta que muchas veces no sabes nada o eso crees.
Has recorrido un camino donde has luchado por hacerte un nombre en tu pequeño gran mundo, seguir la línea que nos entregan: salir del colegio, entrar a la universidad y después… ¿seguir estudiando? ¿casarse? hasta tener hijos, qué se yo, seguir esa línea que desde pequeños nos han enseñado que es lo “correcto” y lo que debemos hacer, cuando muchas veces sólo seguimos la inercia de la vida y dejamos que otros decidan por nosotros.
Más allá de los planes educativos les hablo de sus metas, aspiraciones y lo que están buscando para encontrar la anhelada felicidad, que si bien no dura para siempre el momento lo vale de todas maneras.
¿Será que nos falta creer en nosotros mismos? Estamos en un mundo de las comunicaciones donde la guerra de los medios se pelean constantemente por lavarnos el cerebro y tratar de inyectarnos una ideología que es fructífera económicamente hablando; qué es lo socialmente aceptado y cómo deberíamos ser adecuándonos a un cierto estereotipo.
Para otras cosas como las relaciones interpersonales somos los primeros en sacar una armadura para tratar de protegernos y a la hora de hablar de uno mismo nos cuesta reconocer nuestras fortalezas y a la hora de un cumplido le bajamos el perfil o nos tiramos para abajo. ¿Por qué no seguimos esa línea cuando nos ataca la inseguridad?nos falta saber hacia dónde vamos para poder lograrlo, pero no porque no seamos capaces de conseguirlo, sino porque nos falta identificarlo y luchar por llegar a ello.
No pongo en duda en que parte de nosotros “se venderá al sistema” que deberá adaptarse a donde sea que sigamos adelante, pero debes recordar no olvidarte de lo que eres y lo que estás buscando. No siempre vas a estar equivocado y vas a tener que sacar la voz para demostrarlo. ¡Motívate! Cree en ti mismo, las calles no siempre son perfectas, algunas tienen orificios o piedras que ponen en peligro el viaje, pero camines por donde camines el camino a la meta es el mismo en todas partes y llegar a él dependerá de ti, que no te lo quiten.
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