domingo, 25 de diciembre de 2011

Mi primera Navidad sin ti

Cuando un ángel se va al cielo, lo admiramos y lo dejamos volar.

Nos preguntamos si estará bien, deseamos que estén pensando en nosotros, tanto como uno en ellos. Pecamos de egoístas al no dejar que se vayan en paz, pues sólo Dios sabe dónde se han ido, y cuál ha sido la razón del por qué es el momento.

Creo que de las veces que he ido a misa, nunca había puesto real atención a lo que se hablaba en la iglesia, nunca unas palabras que a lo mejor debiesen haberme tocado el alma, lo habían hecho realmente, sino hasta entonces.

Sólo sé que realmente te extraño, y que esta primera navidad sin ti, fue extraña, no triste, pero aún así me hubiese gustado darte un abrazo a las 12, y ver cómo te brillaban los ojitos cuando abrías un engañito.

En este año tan complejo en lo personal, he aprendido demasiado, y pese a todo, y a todos quienes se han cruzado en mi vida o en la de mi familia, con malas intenciones, me los sigo pasando por la raja, porque no son ustedes quienes marcan mi felicidad, sino yo.

Tengo el ángel más hermoso cuidándome, y no estoy triste, sino orgullosa de ti mi Anita y todos los buenos momentos que me diste.

La vida se va en lamentos, y quejas de cosas que no valen nada.

Hagamos valer la vida por lo maravillosa que es hasta cuando nos dure.

=)