martes, 2 de marzo de 2010


Cómo cambia la vida en tan sólo segundos...lo último que nos imaginamos es que un terremoto nos mueva el piso en un mes donde todos estamos cualquier cosa, menos preparados para recibirlo.

Hemos podido ver cómo a aflorado lo mejor y lo peor de cada persona, pues la desesperación humana no tiene límites, y quienes no han sufrido la necesidad no son capaces de entender hasta dónde es el ser humano capaz. A los ojos de algunos todo o nada puede ser aceptado, lo cierto es que nunca terminamos de conocer a los que nos rodean y finlmente te das cuenta que pece a los esfuerzos y ejemplos notables de solidaridad que se están mostrando, en momentos como este se está solo.
A la distancia en aquél momento no servían de nada los teléfonos, más que para calmar los nervios, pues en mente fría no había más que sentir la calma y actuar, lo demás no servía de nada.

En momentos donde ves a toda la gente correr y ser tan egoístas mientras todo se desmorona frente a tus ojos, no pude evitar quedarme quieta hasta que todos se fueran y pasara el sismo...al encontrarme con un grupo de amigas, donde la verdad jamás me imaginé que pasaría una situación así con ellas y seperada de mi familia, sin embargo no hicieron falta las palabras para describir que la amistad de tantos años en algunos casos ya nos hacen cómplices de momentos y reflexiones similares que llevamos a cabo en un momento tan extremo como este. Quizás puede haber sido desubicado o simplemente fue algo que no pud evitar, pero que fuerte pensar que así de rápido se nos puede ir la vida y no no puede hacer nada para evitarlo, y por lo demás, piensas que en realidad qué ha sido lo tanto que has hecho en tu vida...te das cuenta que queda tanto por vivir y la posibilidad de hacerlo se esfuma de la forma más cruel.

Por otra parte me es increíble ver como en Chile definitivamente existen dos mundos demasiado distintos e incomprendidos entre ellos. En algunos lados si no estuviéramos en contacto con los medios de comunicación no es difícil olvidar que un día 27 de febrero del presente hubo una desgracia tal. Las cosas continúan como si nada, tanto así que el sentimiento de culpabilidad debido a la suerte que hemos corrido te rodea. No todos se la merecen, para aquellos que sí den gracias a Dios por lo afortunado que son.

Para las víctimas lo mejor de los ánimos podran salir adelante, pues no es la primera vez que nos pasa esto. Quienes se aprovechen de dicha situación con malas intenciones, la vida es justa y serán castigados.

Odio marzo con todo mi ser, su sólo nombre me cae mal, todos nos imaginamos una vuelta a la asquerosa rutina, los estudios, el trabajo...pero que manerita de comenzar, definitivamente ¡nos llegó marzo con todo!